Tras los datos de inflación de la semana pasada en EE.UU., los inversores se centrarán en los datos de ventas minoristas de julio en EE.UU. y en las últimas actas de la reunión del FOMC, que se publicarán el miércoles. En términos de impacto, los participantes en el mercado conocen los próximos datos como “datos terroristas”. La razón de este título es que el mercado tiende a fluctuar significativamente tras la publicación de los datos, especialmente el precio del oro. Dado que los datos de las ventas minoristas suelen tener un impacto significativo en el mercado bursátil estadounidense, los inversores utilizan el oro, un reconocido activo refugio, como cobertura frente a la volatilidad del mercado bursátil, a pesar de que los precios del oro fluctúan bruscamente.
El mercado espera que las últimas ventas minoristas de EE.UU. aumenten un 0,1% intermensual, lo que supone una importante desaceleración con respecto a la tasa de crecimiento del 1% del mes anterior; las ventas minoristas básicas podrían registrar un crecimiento negativo. Sin embargo, las ventas minoristas básicas están estrechamente relacionadas con el componente de gasto de los consumidores del producto interior bruto (PIB), por lo que es más probable que los datos reflejen con precisión el estado actual de la economía estadounidense.
Si las cifras de las ventas minoristas muestran un debilitamiento de las ventas minoristas básicas ajustadas a la inflación, es posible que el gasto de los consumidores se haya ralentizado o incluso haya caído en el tercer trimestre. Sin embargo, dado que el consumo estadounidense se desplaza en mayor medida de los bienes a los servicios, los economistas esperan un modesto aumento del consumo en lugar de una contracción.
El dato de las ventas al por menor es una medida esencial del gasto global de los consumidores en Estados Unidos. También es uno de los datos que contribuyen a una proporción significativa del PIB en Estados Unidos. Los datos de ventas al por menor también reflejan la confianza de los consumidores en las perspectivas económicas del país. Por lo tanto, la debilidad de los datos de ventas al por menor significa que los consumidores están preocupados por las perspectivas económicas, lo cual es negativo. Como resultado, el PIB de EE.UU. se contrajo de nuevo en el segundo trimestre y puede caer aún más en el tercer trimestre, arrastrando al dólar estadounidense, con el mercado de valores de EE.UU. también bajo presión.
Supongamos que los últimos datos de ventas al por menor son inferiores a los previstos y registran un crecimiento negativo. Los inversores ajustarán aún más sus apuestas sobre la Fed, subiendo los tipos de interés en 75 puntos básicos en septiembre, especialmente después de que la inflación estadounidense se enfriara significativamente en julio. El mercado está a la espera de más datos económicos para medir las perspectivas de futuras subidas de tipos de interés por parte de la Fed.
Teniendo en cuenta que los datos de las ventas minoristas registraron inesperadamente un crecimiento positivo en junio, lo que impulsó el optimismo de los inversores tras su publicación. Sin embargo, algunos inversores temen que los datos de esta semana vuelvan a superar las expectativas. El mercado está preocupado por cómo reaccionará el precio del oro a los datos.
Tras la publicación de los datos de las ventas al por menor, el mercado se centrará en las directrices establecidas en las últimas actas de la reunión de política monetaria de la Fed. La Fed subió los tipos de interés en 75 puntos básicos en su última reunión. El mercado espera obtener más información sobre los planes y las señales de la Fed en las próximas actas de la reunión.
Supongamos que la Fed sigue mostrando su determinación de luchar contra la inflación en las últimas actas; independientemente de que la economía se ralentice más, podría seguir subiendo los tipos de interés según lo previsto. Sin embargo, se espera que la nueva información que puedan revelar las actas sea limitada, y es poco probable que los precios del oro encuentren una orientación significativa en ellas.
La semana pasada, el oro probó los 1.800 dólares, pero no logró superarlos. Si los datos de las ventas minoristas de esta semana muestran una desaceleración, el precio del oro intentará volver a desafiar la marca de los 1.800 dólares. Si el oro logra superarla, se considerará una señal alcista crítica, que ayudará a consolidar los precios del oro. El rebote continuará; de lo contrario, hay que estar atentos a un posible retorno a la zona de consolidación de 1780-1760 dólares.
