El dólar estadounidense vuelve a mostrar un sesgo bajista, con el índice poniendo a prueba el soporte clave en 97.82.

El índice del dólar estadounidense (USDX) no ha logrado superar nuevamente el nivel de 100 durante los recientes conflictos en Medio Oriente. Ahora existe la posibilidad de que continúe su debilidad.
Una caída por debajo del nivel de 97.82 podría desencadenar un repunte de las divisas globales frente al dólar. A esto se suma la presión provocada por los comentarios moderados (dovish) de la Reserva Federal.
Los recientes comentarios moderados de funcionarios de la Fed han elevado las expectativas de un recorte de tasas en julio o, más probablemente, en septiembre, lo que ha intensificado la presión sobre el USD.
La vicepresidenta de la Fed, Michelle Bowman, y el miembro con derecho a voto, Christopher Waller, han pedido ambos un recorte de tasas para julio. El impacto inflacionario de los aranceles probablemente sea mayor de lo que el mercado anticipa, lo que permitiría al banco central respaldar un mercado laboral más débil.
En su testimonio del martes ante el Congreso, el presidente de la Fed, Jerome Powell, declaró que los recortes de tasas “pueden esperar”, a pesar de la reciente presión del presidente para aplicar un recorte significativo.
“Los aumentos de aranceles este año probablemente eleven los precios y afecten la actividad económica”, dijo Powell.
“Los efectos sobre la inflación podrían ser transitorios, reflejando un ajuste puntual en el nivel de precios. Pero también es posible que los efectos inflacionarios resulten ser más persistentes”.
La Fed, añadió, está “en una buena posición para esperar y conocer mejor la trayectoria probable de la economía antes de considerar cualquier ajuste en nuestra política monetaria”.
Si la Fed no recorta tasas pronto, la presión sobre Powell se mantendrá, aunque el comportamiento actual del dólar no refleja una postura inflexible por parte del banco central. El mercado parece estar descontando tasas más bajas a mediano plazo.