Los precios del oro alcanzaron un máximo histórico en el comercio asiático el lunes, extendiendo una serie de ganancias recientes, ya que los mercados apuestan a que la Reserva Federal podría comenzar a recortar las tasas de interés tan pronto como marzo de 2024, aunque los funcionarios del banco central se mantuvieron cautelosos.
El metal amarillo se apreció con fuerza en las últimas sesiones, ya que la moderación de la inflación, los datos del mercado laboral y algunas señales menos halagüeñas de la Reserva Federal alimentaron la especulación de que el banco recortaría los tipos de interés a principios de 2024.
La demanda de oro a corto plazo también se vio impulsada por el ataque a un buque de guerra estadounidense y a embarcaciones comerciales en el Mar Rojo, que aumentó la preocupación por una escalada de la guerra entre Israel y Hamás.
El viernes, el presidente Jerome Powell reiteró que los tipos estadounidenses seguirán subiendo durante más tiempo. Pero algunos cambios en su señalamiento -principalmente el reconocimiento de los progresos realizados para frenar la inflación y la posibilidad de un “aterrizaje suave” de la economía estadounidense- reforzaron las expectativas de que la Fed ya no subirá los tipos de interés en diciembre y podría empezar a recortarlos en marzo de 2024.
El oro al contado subió casi un 2%, hasta un máximo histórico de 2.148,78 dólares la onza, mientras que los futuros del oro para febrero también subieron un 2%, hasta un máximo histórico de 2.151,20 dólares la onza. Ambos instrumentos cotizaban ligeramente por debajo de sus máximos a las 19:16 ET (00:16 GMT).
El metal amarillo registró importantes ganancias la semana pasada y subió por segundo mes consecutivo en noviembre.
La Reserva Federal vio cómo se recortaban los tipos en marzo, pero esta semana se esperan más señales económicas.
Los precios de los futuros del Fondo de la Reserva Federal muestran un 97% de posibilidades de que la Fed mantenga los tipos de interés en diciembre y un 60% de posibilidades de que el banco central recorte los tipos en 25 puntos básicos, hasta una horquilla del 5% al 5,25%, según la herramienta Fedwatch de CME Group. Hace una semana, la probabilidad de un recorte en marzo era del 21%.
La perspectiva de una relajación de los tipos de interés es un buen augurio para el oro, dado que unos tipos más altos aumentan el coste de oportunidad de invertir en el metal amarillo. Esta noción había golpeado los precios de los lingotes el año pasado, cuando la Reserva Federal empezó a subir agresivamente los tipos de interés.
Pero mientras tanto, los mercados siguen teniendo que lidiar con muchas señales económicas. Esta semana se publicarán los datos de las nóminas no agrícolas de noviembre, un indicador vital del mercado laboral, y en las próximas semanas se conocerán los datos de inflación para lo que queda de año.
Algunos aspectos del mercado laboral siguen siendo sólidos. Al mismo tiempo, la inflación se mantiene cómodamente por encima del objetivo anual de la Reserva Federal, una tendencia que, de persistir, reduciría las perspectivas de una pronta bajada de tipos.
La Fed se reunirá a mediados de diciembre.