El precio del petróleo se ha desplomado recientemente, pero todavía hay espacio bajista.
USOIL – Gráfico diario
El precio del USOIL se ha desplomado tras alcanzar el nivel de 82,50 dólares, y los operadores pueden esperar nuevos mínimos en los niveles de 67 y 64 dólares.
El petróleo repuntó desde mínimos recientes en abril después de que la OPEP anunciara un recorte de la producción. Sin embargo, desde entonces el precio se ha desplomado ante la perspectiva de una ralentización del crecimiento económico.
El crudo estadounidense cayó por debajo de los 70 dólares y marcó nuevos mínimos de cinco semanas en 69,70 dólares por barril, mientras que el crudo Brent cayó hasta los 73 dólares. Los precios se encuentran ahora en sus niveles más bajos desde marzo y registraron su mayor caída porcentual en un día desde enero.
La Reserva Federal añadió un factor bajista a los precios del crudo con otra subida de los tipos de interés. Con esta subida de 25 puntos básicos, la Fed encadena su décima subida consecutiva.
Mientras tanto, la actividad manufacturera china aumentó los temores de desaceleración. China es el mayor consumidor de energía del mundo y el mayor comprador de crudo. Los operadores se han sentido decepcionados por una recuperación más lenta de lo esperado en el país.
Previsiones para el crudo
La OPEP confía en un repunte de la demanda a finales de año, con los mercados del petróleo impulsados por los recientes recortes de producción del cártel. Sin embargo, el corto plazo está siendo impulsado por las tendencias macroeconómicas.
La última caída del petróleo se produjo a pesar de que la Administración de Información Energética informó de otra reducción semanal de los inventarios de crudo. Ese informe se publicó un día después de que el Instituto Americano del Petróleo estimara que los inventarios se habían reducido en casi 4 millones de barriles. La EIA estimó que las existencias habían descendido en 1,3 millones de barriles en el mismo periodo, frente al descenso de 5,1 millones de barriles de la semana anterior.
Las perspectivas económicas podrían seguir pasando factura al crudo, con el trasfondo del techo de la deuda estadounidense también como amenaza para los activos de riesgo.