El índice bursátil alemán (GER30) ha dejado atrás parte de la tensión electoral y se mantiene cerca de sus máximos históricos.

Una leve presión vendedora generó resistencia en los máximos anteriores, pero aún hay margen para que el índice supere ese nivel y continúe al alza.
El fracaso de Friedrich Merz para asegurar una mayoría en el Bundestag sacudió a los mercados alemanes el martes, generando dudas sobre la estabilidad política del país justo cuando se intensifican las señales de debilidad económica.
“Este revés añade nueva incertidumbre a la economía alemana, impulsada por las exportaciones, que ya enfrenta presión debido a los cambios en la política comercial de EE. UU.”, afirmó Holger Zschäpitz de Welt.
“Alemania votó por un cambio. Los políticos decidieron no cambiar nada. Ahora, la coalición de destrucción industrial y económica ni siquiera puede ponerse de acuerdo para votar por un canciller”, comentó Daniel Lacalle, economista jefe de Tressis.
Merz, líder del bloque conservador CDU/CSU, creía haber asegurado un acuerdo de coalición postelectoral con los socialdemócratas. Pero en un giro inesperado, recibió solo 310 de los 316 votos necesarios para ser nombrado oficialmente canciller. Es la primera vez en la Alemania de posguerra que un canciller designado no obtiene la aprobación parlamentaria tras un acuerdo de coalición.
En una segunda votación, Merz logró la aprobación requerida, pero el episodio plantea dudas sobre su capacidad para implementar reformas. Los inversionistas estarán atentos a sus planes para reactivar la debilitada economía alemana. A pesar de la debilidad económica, las acciones se mantienen en niveles elevados y necesitarán datos positivos para sostener las ganancias actuales.