El índice Nikkei ha seguido una marcada trayectoria alcista desde los mínimos de abril y está en riesgo de una corrección.
JPN225 – Gráfico diario
El precio del JPN225 mostró una pequeña vela roja en el máximo, lo que sugiere un posible giro. Los niveles de 44,032 y 42,091 serían los primeros objetivos.
El índice de referencia de Japón ha ganado casi un 50% desde los mínimos de abril, y una corrección probablemente esté cerca. Los objetivos de Fibonacci muestran que podría caer hasta 38,000 y aún mantenerse saludable dentro de la tendencia alcista iniciada en abril.
Al igual que las acciones chinas, el principal índice japonés está viendo ganancias en los valores tecnológicos, impulsadas también por las expectativas de un ciclo de flexibilización de la Reserva Federal, que comenzará esta semana.
Las acciones japonesas tardaron mucho tiempo en recuperar su máximo de 1990, superándolo recién el año pasado. Muchos analistas ahora ven la tendencia únicamente al alza, lo que a menudo es un momento para actuar con cautela.
El estratega de Evercore, Julian Emanuel, señaló que la ganancia del Nikkei “sugiere un repunte duradero”.
La economía japonesa está creciendo y continuará expandiéndose, según analistas que esperan que el producto interno bruto siga creciendo un poco menos del 1% anual durante los próximos dos años. Los temores arancelarios sacudieron el mercado, pero no lograron afectar las proyecciones, ya que solo el 4% de la economía proviene de las exportaciones. Japón también ha resuelto su problema de inflación tras casi dos años de inflación nula. La economía ahora opera en torno al 2% de crecimiento anual.
El gobierno también ha realizado cambios en las regulaciones corporativas, instando a las empresas a aumentar los dividendos y comprometerse con recompras de acciones. Esto último incrementa las ganancias por acción al reducir el número de acciones disponibles.
Se avecinan cambios con la reciente dimisión del primer ministro Shigeru Ishiba. Su partido sufrió una humillante derrota en las elecciones de verano, lo que hace que la política monetaria sea menos clara.
Los analistas creen que una “política fiscal expandida” será inevitable sin importar quién resulte electo. Sanae Takaichi, exministra de Seguridad Económica, era la principal candidata y es partidaria de una política fiscal y monetaria agresiva. Eso podría reducir los rendimientos de los bonos y mantener la demanda de acciones, aunque en el corto plazo existe el riesgo de una corrección.