El dólar neozelandés ha perdido terreno frente al euro en los últimos tiempos después de ser una apuesta segura frente al conflicto de Ucrania y los problemas económicos de la zona euro.
El kiwi se ha desplomado frente al euro desde los mínimos de agosto y ahora ha alcanzado el nivel de 1,7500. A corto plazo, el kiwi podría seguir subiendo. Sin embargo, la situación económica podría deteriorarse en la eurozona durante el invierno.
EURNZD – Gráfico semanal
El otro motor del EURNZD son los tipos de interés, y la reciente subida del BCE al 1,25% lo ha acercado al nivel neozelandés del 3%.
El kiwi debería seguir teniendo ventaja porque el Banco Central Europeo podría no presionar demasiado los tipos tras los recientes problemas en el Reino Unido.
Las empresas neozelandesas son menos pesimistas sobre las perspectivas de la economía. Aun así, según una encuesta del tercer trimestre realizada por el Instituto de Investigación Económica de Nueva Zelanda, siguen siendo poco optimistas sobre sus propias perspectivas comerciales.
Los datos recientes indican que el 42% de las empresas neozelandesas esperan que la economía se deteriore en los próximos 12 meses, frente al 62% del segundo trimestre. Sin embargo, el 14% espera que su comercio empeore en el cuarto trimestre.
“La demanda parece estabilizarse en un nivel más bajo”, dijo la economista de NZIER Christina Leung. “Los resultados sugieren un periodo de crecimiento más débil, pero con un menor riesgo de que la economía neozelandesa entre en recesión”.
La inflación también puede haber tocado techo para la economía neozelandesa, ya que tres cuartas partes de las empresas esperan experimentar un aumento de los costes. Aun así, son menos las que desean subir los precios en el cuarto trimestre, dijo Leung.
“Las presiones de los costes siguen siendo intensas”, dijo. “Sigue siendo necesario subir los tipos de interés durante el próximo año”.
A corto plazo, el euro parece llevar la delantera, pero eso podría dar entrada a los largos en el NZD. La situación económica podría empeorar en Europa a medida que se acerca el invierno debido a las presiones sobre el suministro de gas.