Es probable que el AUDNZD se muestre volátil esta semana, ya que ambos países publican datos de inflación el martes.
Nueva Zelanda también fue testigo de la renuncia de la Primera Ministra Jacinda Ardern la semana pasada, con el líder del país por detrás en las encuestas y no se espera un buen desempeño en las próximas elecciones.
AUDNZD – Gráfico semanal
El dólar neozelandés se mostró más firme la semana pasada, llevando al par por debajo del nivel de 1,08. La tendencia alcista sigue intacta para el dólar australiano, pero es posible un retroceso, los operadores deben estar atentos a la inflación esta semana.
Los datos de las ventas minoristas mostraron un descenso del 1% en diciembre, similar al de noviembre, unas perspectivas sombrías para una economía impulsada por el consumo. Los datos de precios del IPP también mostraron una caída de la actividad empresarial en diciembre. Se espera que la inflación australiana aumente del 7,3% al 7,5%, mientras que la neozelandesa probablemente se ralentice del 7,2% al 7,1%.
El Tesorero australiano, Jim Chalmers, declaró el domingo que lo peor de la crisis inflacionista del país había pasado. A la espera de los últimos datos de la Oficina Australiana de Estadísticas (ABS) correspondientes al último trimestre de 2022, Chalmers se mostró optimista ante la posibilidad de que el aumento de los precios comience a moderarse en 2023. Chalmers también dijo que las presiones del coste de la vida seguirían perjudicando a millones de australianos, pero añadió que el alivio llegaría en el presupuesto federal de mayo.
“La economía australiana empezará a suavizarse un poco este año y esa es la inevitable consecuencia probable de unos tipos de interés más altos y de una economía mundial en desaceleración”, dijo a los periodistas.
“Por eso, nuestro plan económico consiste en aliviar el coste de la vida de forma responsable y hacer crecer la economía sin aumentar las presiones inflacionistas”, añadió Chalmers.
Jacinda Ardern dejó su cargo de líder de Nueva Zelanda tras cinco años y medio. Su partido, el Laborista, ha tenido problemas en las encuestas. Según un sondeo publicado el viernes con datos anteriores a la dimisión de Ardern, la popularidad del partido caía hasta el 31,7%, frente al 1,4% del mes pasado, mientras que el opositor Partido Nacional Neozelandés se situaba en el 37,2%.
El anuncio de Ardern de que el 7 de febrero sería su último día como Primera Ministra fue una sorpresa, y los economistas estudiarán ahora los efectos de su sustitución.