Las acciones en EE. UU. se han disparado después de que Estados Unidos y China se alejaran de una reciente guerra comercial.

El S&P 500 está poniendo a prueba la resistencia en el nivel de 5,796, que ahora representa la barrera hacia los máximos anteriores.
Las dos potencias económicas acordaron reducir los aranceles y desescalar su guerra comercial. El sentimiento de apetito por el riesgo regresó a los mercados luego de que el secretario del Tesoro, Bessent, afirmara que las conversaciones comerciales con China fueron “muy sólidas y productivas”.
Estados Unidos y China acordaron reducir temporalmente los aranceles a los productos de cada uno durante tres meses: EE. UU. bajará sus aranceles sobre productos chinos del 145% al 30%, y China reducirá sus derechos del 125% al 10%. Bessent también señaló que ninguna de las dos naciones desea una “desconexión” económica y que futuras conversaciones podrían derivar en “acuerdos de compra” por parte de China.
El mercado ahora podría dejar atrás el aspecto más crítico de la guerra comercial y dar paso al regreso de los compradores. Además, los inversionistas estarán atentos a algunos datos clave de EE. UU., como las ventas minoristas. Los traders están descontando en un 8% la probabilidad de un recorte de tasas de 25 puntos base tras la reunión del FOMC del 17 y 18 de junio.
La temporada de resultados continúa, y según datos recopilados por Bloomberg Intelligence, el consenso del mercado proyecta un crecimiento interanual del 6.7% en las ganancias del S&P 500 para el primer trimestre, por debajo del 11.1% estimado a principios de noviembre.
Los inversionistas esperan que el episodio de los aranceles haya quedado atrás y que el S&P 500 pueda volver a apuntar hacia sus máximos anteriores.