El precio del oro bajó el lunes, prolongando la tendencia bajista de la semana pasada, ya que el temor a la ralentización del crecimiento económico y a unos tipos de interés elevados hizo que la demanda de refugio se reorientara hacia el dólar.
Esta semana, la atención se centrará en las declaraciones de varios oradores de la Reserva Federal, entre los que destaca su presidente, Jerome Powell, el viernes.
El oro retrocedió bruscamente desde los máximos históricos alcanzados la semana pasada, ya que los operadores recogieron beneficios recientes y recortaron las expectativas de que la Reserva Federal recorte los tipos de interés este año.
El oro al contado caía menos de un 0,1% a 2.009,99 dólares la onza, mientras que los futuros del oro retrocedían un 0,3% a 2.014,60 dólares la onza a las 20:01 ET (00:01 GMT). El metal amarillo está a punto de probar el nivel de soporte de los $2.000 dólares, tras perder un 0,3% la semana pasada.
Las señales de deterioro de la situación económica en EE.UU. siguieron llegando. Los datos del viernes mostraron que la confianza de los consumidores empeoró en mayo, mientras la inflación se mantenía estancada y el mercado laboral se ralentizaba.
Esta semana se publicarán una serie de datos manufactureros, de ventas al por menor y de producción industrial que arrojarán más luz sobre la economía estadounidense. La Reserva Federal ha advertido de una leve recesión este año.
La preocupación por un impago de la deuda estadounidense, en medio de las continuas disputas entre los responsables políticos sobre el aumento del techo de la deuda, también fue una fuente de ansiedad para los mercados, al igual que los renovados temores a un colapso bancario en Estados Unidos.
Aunque ambos factores habían estimulado una sólida demanda de oro como refugio seguro, los operadores deshicieron esta tendencia la semana pasada ante las apuestas de que la Reserva Federal mantendrá los tipos de interés más altos durante más tiempo. Esto impulsó al dólar y contribuyó a que el billete verde registrara su mejor semana desde septiembre.
Los tipos de interés elevados aumentan el coste de oportunidad de mantener activos sin rendimiento, una tendencia que afectó al oro hasta 2022.
Otros metales preciosos subieron el lunes, pero sufrieron fuertes pérdidas durante la semana pasada. Los futuros del platino subieron un 0,3%, mientras que la plata sumó un 0,1%.
La caída de los metales industriales también parecía estar a punto de continuar, ya que los precios del cobre retrocedieron aún más el lunes tras las fuertes caídas de la semana pasada.
Los futuros del cobre cayeron un 0,1%, hasta 3,7263 dólares la libra, tras perder casi un 4% la semana pasada, su peor caída desde noviembre.
Los indicios de un enfriamiento de la economía china hicieron tambalearse los precios del cobre la semana pasada, cuando los mercados redujeron sus expectativas de demanda de materias primas para este año. Aunque otros metales industriales, como el níquel y el mineral de hierro, también registraron fuertes pérdidas, el cobre fue el más afectado, dado que China es el mayor importador mundial del metal rojo.