El mercado bursátil chino podría recibir nuevos flujos de inversión ante las dificultades de la economía estadounidense.
CH50 – Gráfico diario
El índice CH50 se está moviendo para probar un nivel clave en 13.300, lo que podría abrir la puerta a un avance sustancial. El primer objetivo fuera de ahí sería hasta 13.500 en el CH50, y los máximos de enero se vieron en 14.400 para las acciones chinas.
El panorama económico de EE.UU. ha empeorado recientemente con una revisión a la baja del PIB y la debilidad del sector manufacturero del país. En la última lectura de la semana pasada, el crecimiento del PIB se revisó del 2,7% al 2,6%. A ello siguieron ayer las cifras del sector manufacturero, que mostraron una contracción en todos los subcomponentes del índice.
El débil crecimiento de EE.UU. podría impulsar un giro hacia las empresas chinas
También ha habido continuas advertencias de recesión por parte de influyentes inversores estadounidenses antes de la subida del precio del petróleo de ayer, impulsada por el recorte de producción de la OPEP+.
Ha habido señales más amplias de recuperación económica en China, y la reestructuración de Alibaba ha aliviado los temores a una represión regulatoria. Los últimos datos pusieron de relieve un avance sustancial de la actividad de los servicios chinos en marzo, y las publicaciones anteriores apuntaban a que el gasto de los consumidores, la producción industrial y la inversión aumentaron en los dos primeros meses.
El último Índice de Gerentes de Compras (PMI) no manufacturero en China saltó a 58,2 en marzo desde 56,3 en febrero, el más alto desde 2011, según la Oficina Nacional de Estadísticas (ONE). El sector servicios es responsable de alrededor del 50% del PIB del país y del 50% de la creación de empleo.
El rendimiento superior continuado en China podría hacer que los inversores considerasen un pivote fuera del mercado estadounidense, con las autoridades chinas apuntando a un crecimiento del 5% este año y los beneficios empresariales beneficiándose. En Estados Unidos, la historia es distinta. El veterano inversor David Rosenberg declaró tras la rebaja del PIB:
“¿No hay recesión? Pues sí que la hay en los beneficios empresariales, ya que el informe revisado del PIB del cuarto trimestre de hoy muestra que los beneficios antes de impuestos se desplomaron a una tasa anual del -18% por segundo trimestre consecutivo y se contrajeron en términos interanuales por primera vez desde el segundo trimestre de 2020”.